VICTIMAS

VICTIMAS, FARC Y SANTOS

Una nueva “cochada” de mártires arrasados por la violencia de 60 años viajó a La Habana de Fidel    -ciudad con plena libertad de opinión, innumerables periódicos y medios de comunicación independientes,  abastecida con miles de mercancías y productos, llena de progreso, de edificaciones en perfecto estado, con inquilinatos repletos de gente feliz, transporte eficientísimo, ciudadanos con vestido y calzado nuevos, hospitales dotados de los más modernos equipos, internet en todas y cada una de las viviendas cubanas, sin la lacra de la prostitución capitalista ni el turismo burgués, cuya burocracia es impoluta, incorruptible, eficiente y heterodoxa en sus ideas políticas; Estado sin espías ni persecución a las ideas contrarias, territorio donde el multipartidismo, la libertad de los homosexuales y el ideario de Martí: florezcan mil ideas y compitan centenares de soluciones se cumple a cabalidad; país en el que la rotación de gobernantes es ejemplar pues no duran en el poder sino cincuenta años-, en esa capital se reúnen con Farc y Gobierno, estos colombianos humillados, ofendidos, violados, secuestrados, torturados.

El Jugador de Póker hasta ahora va ganando la partida y tiene a la mayoría de los políticos de su lado. Maneja los hilos de la reconciliación nacional mediante un curioso expediente: ¡perdonemos a las Farc y así la catarsis del pueblo producirá la paz y el progreso!

Yo me pregunto:
1.      Esta “guerrilla” ha sido y es ¿narcotraficante?
2.      Esta “guerrilla” ha cometido ¿crímenes de lesa humanidad?
3.      Esta “guerrilla” ¿viola todas las normas internacionales de la guerra?
4.      Esta “guerrilla” ¿aterroriza, secuestra, recluta menores, esclaviza sexualmente mujeres y adolescentes, dinamita escuelas y rellena el territorio de minas antipersonales  conducta prohibida y condenada por las naciones del mundo entero?
5.      Esta “guerrilla” ¿justifica su accionar de 60 años en la persecución que el Estado ha hecho contra ella?
6.      Esta “guerrilla” ¿engendró, ante la ausencia de Estado, a los paramilitares, las autodefensas de Samper y los monstruos de los señores de la guerra que cometieron iguales crímenes que las Farc?
7.      Esta “guerrilla” ¿destruye territorios selváticos, contamina con mercurio, petróleo crudo y cultivos de hiervas malditas regiones enteras de la patria?
8.      Esta “guerrilla” ¿se ha aliado con contrabandistas, mafiosos, terratenientes dóciles y delincuentes con el argumento de que “el fin justifica los medios”?
9.      Esta “guerrilla”, a quien se le había quitado la voz y la recuperó gracias al Jugador de Póker, ¿pretende que los 46 millones de colombianos expliquemos la anarquía, la barbarie, el atropello fariano como una justa respuesta de los oprimidos contra los opresores?
10.  Esta “guerrilla” ha recolectado una fortuna enorme que debe entregar al Estado, ¿o será que el Póker Man nos obligará a repararla de nuestro propio bolsillo?
11.  El Fiscal General de la Nación dispondrá de funcionarios suficientes para investigar, acusar y llevar a juicio a los violadores de derechos humanos, ¿o nos conducirá por el camino del perdón, la reparación y no repetición de nuestras faltas para con las vilipendiadas, maltratadas e incomprendidas Farc?

Las cosas hay que colocarlas en su justo lugar: quienes tienen que pedir perdón, arrepentirse y ser juzgados son las Farc -narcoguerrilla derrotada por el Estado y rechazada por el 99% de los colombianos-.
El Estado está lleno de fallas, defectos e injusticias pero ha repudiado  los mecanismos brutales y propone soluciones racionales a la violencia.
No gusto del actual gobierno, ni alabo la ineficiencia y corrupción reinante en la burocracia estatal. Prefiero luchar con ideas, soluciones y alternativas, enfrentando  a la actual casta administrativa hasta erigir en Colombia un Estado limpio, justo y equitativo.
Las Farc no pueden reescribir la historia cuando su pluma es de sangre, cocaína y violaciones. Se tienen que someter y aceptar su historial brutal a causa de su alianza con el narcotráfico.
Si así lo hace somos capaces de: Perdonarlos pero no olvidar; Permitirles reintegrarse a la sociedad civil; Condenar a los criminales atroces; Darles trabajo honrado; lograr Paz en sus almas.

Y las víctimas, son en últimas, víctimas de las Farc, mártires de su bestialidad.


MJL

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