HIJITO MÍO...
ANOCHE ESTUVISTE CONMIGO. HIJITO mío, ¿sabes que anoche estuviste en mi puerta? ¿Te acuerdas? La Cucha y yo andábamos buscando un local para abrir un negocio, No encontrábamos uno adecuado a nuestras necesidades Hasta que llegamos a una casa de dos o tres pisos, Entramos y La Cucha hacía observaciones sobre algunos de los recovecos del local que no le gustaban, ¡No recuerdo bien!... En esas, subiste las escaleras traseras del sitio, abriste la puerta y… ―Hola papicho, cómo estás ―sonreías como sabías hacerlo. Yo te miré… Eras tú, tal y como eras, como aparecías en las ventanas, en la cocina, En la finca, en donde tu mamita, Como cuando te bajabas del carro y nos ofrecías algún regalito, Unas almojábanas, Un quesito Paipa acompañado de bocadillos Veleños, O propóleos para que se te cure la tos, papicho, O miel de eucalipto cultivada por abejitas de tierra fría, O polen, esto es maravilloso, papicho, te mejora la vista, te da energía. Te acerca...