gaiamauricio

SÍ, SOY UN POQUITO COMUNISTA… En estos días acepté una solicitud de ‘amistad’ de esa extraña e impersonal red social llamada Facebook, y la respuesta fue: “Claro que sí Mauricio, quiero ser tu amiga pero me da la impresión que eres un poquito comunista”. Por supuesto me dio un ataque de risa… Sin embargo me quedó el gusano en el cerebro y quiero confesarles a esa ‘amiga’ y a todos que sí, que me siento un poquito comunista, pero también un poquito liberal, un poquito conservador, un poquito socialista, un poquito anarquista, un poquito de todo, lo que por supuesto significa que estoy viviendo al vaivén de los acontecimientos, indefinido y voluble, aterrado y dolido. Mentira de las mentiras, soy todo eso y de pronto más, pero en lo básico, en lo esencial amigo de mis amigos y enemigo de la injusticia. Si algo me definiese sería la figura de Temis, la Justicia, la espada que corta el delito, y la balanza, el equilibrio razonado de la ley pero, óigase bien, de la Ley JUSTA. ¡Y he ...

NUESTROS LÍDERES DE BARRO… Las naciones necesitan dirigentes que desbrocen caminos, guíen la esperanza de los pueblos y orienten el destino de los mismos. No es caudillismo decimonónico sino la verdad histórica: ¡el dirigente de un país da la medida de ese país! Y aquí las tallas parecen de pigmeos morales y enanos espirituales. El Presidente baila, futboliza, reparte sonrisas, blandas y genéricas palabras, pero a la hora de las curubas, cuando de cumplir se trata Duque falta a la verdad: “No subiremos impuestos, perseguiremos la corrupción, disminuiremos el tamaño del Estado, apoyaremos la educación pública…” Los hechos dicen lo contrario: ‘IVA generalizado, pensionados perseguidos, impuesto a los libros; el acuerdo anticorrupción desvertebrado; los contratistas pululando; las universidades públicas con raquitismo presupuestal…’ El Fiscal General de la Nación a quien yo, inocente de mí, veía como un hombre comprometido en la batalla frontal contra el delito y la corruptela, es...

Me siento absolutamente solidario con el estudiantado del siglo XXI pues transcurridos cincuenta años de los levantamientos juveniles de 1968 que muchos respaldamos y que transformaron el mundo moderno (rechazábamos la guerra contra Vietnam, el colonialismo de los viejos imperios en África, Asia y América Latina, la opresión adulta contra los jóvenes; apoyábamos la liberación femenina, la píldora, el bikini, el rock, a Elvis y los Beatles; queríamos libertad, democracia, igualdad, progreso, ciencia en nuestras patrias tercermundistas, en fin éramos subversivos y revolucionarios), hoy los muchachos colombianos, como los chilenos, como los gringos, desean educación, ciencia, tecnología, profesionalismo, humanismo, avance tecnológico. Protestan con sus marchas y pancartas, sus consignas y discursos, quieren que Colombia cambie y se dé a la Educación Pública Universitaria todo el apoyo posible. Algunos locos, anarquistas ― que siempre los hay ― , usan la violencia ciega y destruyen pat...