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Mostrando las entradas de julio 7, 2019

PESESÍN

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PESESÍN ...Y cuando volví PESESÍN era famoso. @Nuria_GMz Esta es una historia de verdad, como nos decían cuando niños, de verdad verdad. Yurena, dueña de Pesesín, se fue de vacaciones. Adoraba su pez dorado, pero no podría viajar con él. Colocó una nota en la puerta de su edificio rogando a sus habitantes que alimentasen a Pesesín en su ausencia. Les explicó que sólo una vez al día deberían darle alimento, y dejó una bolsita con la comida. Se ausentó por dos semanas. Los vecinos del edificio leyeron la misiva y, entre asombrados y preocupados decidieron turnarse para mantener a Pesesín vivito y feliz. Le cambiaban el agua cuando estaba muy turbia, le daban comida en las mañanas escribiendo en una pizarra a qué horas le habían alimentado y quien, ese día, le dio la comida a Pesesín. Pesesín miraba desde su pecera a sus cuidadores: uno cojeaba, tenía crines blancas y anteojos; otra sonreía a Pesesín mostrando dientes con bordes dorados y unas orejas grandes, Pesesín también

MI NIETA Y LAS HORMIGAS ARRIERAS

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MI NIETA Y LAS HORMIGAS ARRIERAS ―Marianita, ven conmigo miramos cómo están las hormigas. ―Bueno abuelo Y se levantó del sofá. Nos acercamos al borde del bosque que colinda con nuestro jardín. Las hormigas arrieras estaban devastando las plantas ornamentales. Durante nuestros doce días de  ausencia le dieron una tunda a varias matas y las tenían defoliadas casi por completo. Habían construido una autopista de quince centímetros de ancho y de más de ciento cincuenta metros de largo que se internaba en la floresta. Centenares de insectos cargaban sobre sus espaldas los trozos de hojas que cortaban con sus tenazas, y caminaban en interminables filas silenciosas,   ordenadas, conducidos por instintos, olores, feromonas, intercambio de información gracias a sus antenas que se tocan y ‘conversan’ sobre peligros, enemigos, rutas, sabores. El ejército hormiguicida subía por el tronco de un tulipán africano hasta la copa del árbol y lo estaba defoliando de a poco, torturánd