UN CUENTO DE AMOR
UN CUENTO DE AMOR Palestina, Caldas, 26 de marzo de 1985. A Federico y Natalia mis reyes del amor. ¿Qué razón existe para que un pez viva en un acuario, o una ardilla en una jaula, o unos pericos australianos en su gayola? Vale la pena pensar sobre la cantidad de gente encerrada en cuatro paredes: un funcionario público, un cajero de banco, un contador, un oficinista cualquiera, un preso. ¿O la felicidad se encuentra en andar libre por el río o la laguna, saltar tras la comida dentro de un gran guadual, volar por el bosque abierto? Aquí también hay encierro: ¿puede el pez saltar del río, o salirse de su lago; o si es de agua dulce y de hermoso color rojo, podría viajar por las aguas del gran torrente y meterse sin más ni más al mar? ¿Y esas arditas, tan vivaces y picaronas, son capaces de sumergirse bajo el agua por un largo rato, digamos una hora, sin morir? ¿Y los pericos con sus vivaces colores y sus picos de amor pueden volar tanto, tanto que salten de un c...